La obligación de notificar al trabajador cualquier cambio en su situación laboral

¿Sabías que una empresa está legalmente obligada a notificar al trabajador cualquier cambio que afecte a su situación laboral, incluso durante una excedencia? No hacerlo puede tener consecuencias tan graves como la declaración de despido improcedente.

 

 

El deber legal de informar al trabajador

Tanto el artículo 4 del Estatuto de los Trabajadores como la doctrina jurisprudencial consolidada establecen que el empresario debe informar al trabajador de cualquier cambio sustancial de su relación laboral, así como de aquellas decisiones que afecten directamente a sus condiciones contractuales, incluidas situaciones especiales como bajas, suspensiones o excedencias voluntarias.

Este deber de notificar al trabajador cualquier cambio de su situación laboral no es solo una formalidad: está vinculado directamente con el derecho del trabajador a la tutela judicial efectiva y con los principios de transparencia, buena fe y seguridad jurídica en la relación laboral.

Cuando una empresa omite esta notificación, está impidiendo al trabajador ejercer con plenitud sus derechos, desde el acceso a recursos legales hasta la posibilidad de adaptarse o reaccionar frente a una decisión que le afecta.

 

¿Qué consecuencias tiene la falta de notificación?

Omitir la notificación puede suponer:

• La nulidad o improcedencia del despido, por vicios de forma o por vulneración de derechos fundamentales.
• La invalidez del procedimiento seguido por la empresa.
• Una indemnización económica considerable, como compensación por los perjuicios causados.
• La pérdida de credibilidad y confianza en la gestión empresarial, especialmente en el ámbito público o institucional.

Una sentencia reciente del TSJ de Cantabria ilustra perfectamente cómo esta omisión puede desencadenar un conflicto jurídico de gran calado.

 

Cuando el silencio empresarial termina en despido improcedente

El caso

El conflicto se produjo en el Ayuntamiento de Camargo, donde un trabajador con contrato indefinido no fijo había solicitado una excedencia voluntaria de cinco años.

Durante su ausencia, el consistorio transformó su plaza laboral en una plaza funcionarial, posteriormente ocupada por un opositor. Como consecuencia, la plaza laboral desapareció, pero lo hizo sin que el trabajador fuera informado en ningún momento.

Al finalizar su excedencia y solicitar el reingreso, se encontró con la negativa del Ayuntamiento, al no haber ninguna plaza de su categoría. Ante esta situación, presentó una demanda por despido.

La sentencia

El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria dictaminó en la STSJ 160/2025 que se había producido un despido improcedente, y condenó al Ayuntamiento al pago de una indemnización de 39.953 euros.

Pese a que el tribunal reconoció que no era posible una readmisión efectiva (por inexistencia de plaza), aplicó la figura de la readmisión virtual: se declara que el despido no es válido, pero no se ejecuta la reincorporación por motivos materiales.

Lo más relevante del fallo fue que el tribunal consideró que la falta de notificación al trabajador durante su excedencia fue un factor determinante para declarar el despido improcedente, al suponer una vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva.

 

¿Qué deben tener en cuenta las empresas?

Desde Adlanter, como asesoría jurídica especializada en derecho del trabajo, subrayamos las principales lecciones de esta sentencia:

• Las empresas deben notificar por escrito y de forma fehaciente cualquier cambio estructural o funcional que pueda afectar a sus trabajadores, estén o no en activo.
• Es esencial garantizar los derechos de información y reingreso en casos de excedencia o suspensión del contrato.
• Las decisiones unilaterales sin comunicación pueden ser invalidadas judicialmente, con consecuencias económicas importantes.
• Y, sobre todo, es necesario anticiparse y prevenir: un asesoramiento jurídico preventivo es siempre más rentable que una condena judicial.

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