El final de las vacaciones suele traer emociones encontradas: satisfacción por haber descansado y, al mismo tiempo, la dificultad de retomar la rutina. Esa transición puede generar lo que conocemos como síndrome postvacacional.

 

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¿Qué es el síndrome postvacacional?

Es un estado de ánimo que aparece cuando cuesta adaptarse entre el periodo vacacional y la vuelta a la vida laboral.
Aunque no está reconocido como enfermedad, sí es un proceso de adaptación que puede afectar a nivel físico y emocional durante los primeros días o semanas de reincorporación.

Síntomas más habituales

  • Fatiga constante y sensación de pesadez.

  • Dificultad para concentrarse.

  • Alteraciones del sueño.

  • Apatía, irritabilidad o tristeza.

  • Dolores de cabeza o malestar general.

Recomendaciones para superarlo

El proceso de adaptación que supone superar el síndrome postvacacional involucra tanto al trabajador como a la organización. A continuación, detallamos una serie de recomendaciones desde esta doble perspectiva.

Adaptación progresiva de horarios y rutinas

  • Desde la perspectiva del trabajador: Es fundamental anticiparse al cambio. Unos días antes de la reincorporación, es aconsejable ir ajustando gradualmente los horarios de sueño y comidas a la rutina laboral. Esta simple medida ayuda a sincronizar el reloj biológico y reduce el impacto del cambio brusco, minimizando la sensación de fatiga y desorientación del primer día.
  • Desde la perspectiva de la empresa: La empresa tiene el deber de “adaptar el trabajo a la persona”, según los principios de la acción preventiva recogidos en la Ley de prevención de Riesgos Laborales. Aunque no puede controlar los hábitos del trabajador fuera del horario laboral, sí puede implementar medidas que suavicen la reincorporación, como el fomento de la desconexión digital.

Organización escalonada de las tareas

  • Desde la perspectiva del trabajador: Recomendamos dedicar las primeras horas a organizar la bandeja de entrada, establecer una lista de tareas prioritarias, marcarse objetivos realistas para las primeras semanas y, si la estructura del equipo lo permite, delegar aquello que no sea urgente ni fundamental.
  • Desde la perspectiva de la empresa: Una carga de trabajo excesiva o mal gestionada es un riesgo psicosocial reconocido. La empresa, en cumplimiento de su deber de protección, debe planificar la reincorporación para evitar picos de estrés. No asignar proyectos de alta presión o con plazos de entrega inmediatos nada más volver puede ser una buena opción.

Mantenimiento de hábitos saludables

  • Desde la perspectiva del trabajador: Continuar con los hábitos saludables adquiridos o mantenidos durante las vacaciones es clave. Una alimentación equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico y asegurar un descanso nocturno de calidad son pilares que fortalecen la resistencia física y mental frente al estrés.
  • Desde la perspectiva de la empresa: Las empresas deben contribuir activamente al fomento de un entorno de trabajo saludable a través del respeto de los tiempos de descanso y de programas de bienestar. Se pueden ofrecer iniciativas que promuevan la salud como fruta en la oficina, convenios con gimnasios o talleres sobre gestión del estrés.

Integración del ocio en la rutina semanal

  • Desde la perspectiva del trabajador: La vuelta al trabajo no debe significar el fin del disfrute personal. Es vital reservar tiempo cada semana para actividades de ocio y socialización que recarguen la energía y mantengan la motivación. Planificar alguna actividad agradable a corto plazo puede ayudar a que la transición sea más llevadera.
  • Desde la perspectiva de la empresa: El respeto al tiempo personal del trabajador es una obligación fundamental. La empresa tiene que contar con una política interna de desconexión, mientras que los mandos y directivos deben ser los primeros en respetar estos límites, evitando enviar correos o mensajes fuera del horario laboral.

Superar síndrome postvacacional

De la queja a la oportunidad

Aunque pueda parecer contradictorio, el síndrome postvacacional también puede ser una señal. Reflexionar sobre por qué cuesta tanto volver al trabajo puede darnos pistas sobre nuestro nivel de satisfacción profesional.

Preguntas que merece la pena hacerse

  • ¿Me siento motivado con lo que hago?

  • ¿Mis objetivos profesionales están alineados con los de mi compañía?

  • ¿Trabajo en un entorno que impulsa mi bienestar?

Si la respuesta es negativa, puede ser el momento de replantearse metas, buscar nuevos proyectos o introducir cambios que favorezcan tu desarrollo profesional.

Enlace recomendado para empresas: aprovechar el retorno como palanca de talento

Si además de tu situación personal te interesa cómo este periodo puede transformarse en una oportunidad para tu equipo o empresa, te recomendamos leer el artículo “Síndrome postvacacional: una oportunidad para atraer y retener talento”, publicado el 25 de agosto de 2025. En él, analizamos cómo el equipo de Recursos Humanos de tu empresa puede convertir este momento en una palanca estratégica para revisar equipos, detectar necesidades clave y fortalecer la estrategia de selección y fidelización del talento.

Cómo podemos ayudarte desde Adlanter

En Adlanter te acompañamos en este proceso. Desde nuestra área de Talento, trabajamos en orientación de carrera y búsqueda y selección de personal.
Si sientes que tu vuelta al trabajo refleja una falta de motivación o un desajuste con tu entorno laboral, podemos ayudarte a identificar tu próxima meta profesional y a alcanzarla con éxito.

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