Ventajas fiscales para las empresas de reducida dimensión

¿Cuáles son las ventajas fiscales para las empresas de reducida dimensión (ERD)? Este régimen fiscal, regulado en la Ley 27/2014, del Impuesto sobre Sociedades (LIS), constituye un pilar clave de la política tributaria española para el fomento de la pequeña y mediana empresa. Permite a las ERD aplicar determinados incentivos fiscales que reducen su carga tributaria, favoreciendo la inversión, la liquidez y la gestión de riesgos financieros.

Este artículo ofrece un análisis de los principales beneficios fiscales aplicables a las ERD.

¿Qué es una empresa de reducida dimensión?

Cifra de negocios inferior a 10 millones de euros

De acuerdo con el artículo 101.1 LIS, podrán acogerse al régimen de incentivos fiscales para ERD aquellas entidades:

• Cuya cifra de negocios del período impositivo inmediato anterior sea inferior a 10 millones de euros.
• Que no tengan la consideración de entidad patrimonial según el artículo 5.2 de la LIS.

En caso de que el ejercicio anterior no abarque 12 meses completos, la cifra debe elevarse al año. Si la empresa forma parte de un grupo de sociedades, se considerará la cifra conjunta de las entidades pertenecientes a dicho grupo.

Mantenimiento del régimen tras superar el umbral

Según el artículo 101.4 LIS, si en un período impositivo la entidad supera el umbral de los 10 millones, puede seguir aplicando los incentivos fiscales durante los tres períodos siguientes, siempre que hubiera cumplido el requisito en los dos períodos anteriores.

Incentivos fiscales para empresas de reducida dimensión

Libertad de amortización

Según el artículo 102 de la LIS:

• Las ERD pueden amortizar libremente elementos nuevos del inmovilizado material e inversiones inmobiliarias, si aumentan su plantilla media.
• La cuantía de la inversión que podrá beneficiarse del régimen de libertad de amortización será la que resulte de multiplicar la cifra de 120.000 euros por el referido incremento de la plantilla media.

Amortización acelerada

Según el artículo 103 de la LIS, los elementos nuevos del inmovilizado material, inversiones inmobiliarias e inmovilizado intangible podrán amortizarse multiplicando por 2 el coeficiente de amortización lineal máximo previsto en las tablas oficialmente aprobadas.

En definitiva, la amortización acelerada es un incentivo fiscal que permite a las empresas amortizar sus activos a una velocidad mayor que la estándar, lo que se traduce en un ahorro fiscal al reducir la base imponible del Impuesto sobre Sociedades.

Pérdidas por deterioro de créditos

Las pérdidas por deterioro de los créditos son ajustes contables y fiscales que reflejan la disminución en el valor de los créditos que una empresa tiene pendientes de cobro cuando existe una probabilidad de que esos créditos no sean recuperados, total o parcialmente, debido a la insolvencia de los deudores. Partiendo de este escenario, según el artículo 104 de la LIS, se permite la deducción por deterioro de créditos para la cobertura del riesgo de insolvencias:

• Hasta el límite del 1% sobre el saldo de deudores existente al final del período impositivo.
• Esta provisión es adicional a las dotaciones individualizadas por insolvencias.
• Se excluyen los deudores sobre los que se haya reconocido deterioro individual y aquellos cuyas pérdidas no sean deducibles.

Reserva de nivelación

Según el artículo 105 de la LIS, las entidades que tributen al tipo general pueden reducir su base imponible hasta un 10% de su importe, con un máximo de 1 millón de euros anuales, creando una reserva indisponible por dicho importe. Esta reducción deberá:

• Revertirse en los 5 años siguientes, a medida que la entidad tenga bases imponibles negativas o al final del plazo.
• La reserva deberá dotarse con cargo a los beneficios del ejercicio.
• Es incompatible con la reserva de capitalización.

Recomendaciones prácticas

Para aprovechar de forma efectiva y segura los incentivos fiscales previstos para las empresas de reducida dimensión, te recomendamos:

• Mantener una contabilidad rigurosa y actualizada, que permita acreditar el cumplimiento de los requisitos.
• Documentar adecuadamente el incremento de plantilla, en caso de aplicar la libertad de amortización.
• Planificar fiscalmente el uso de los incentivos, para optimizar su impacto según las circunstancias de cada ejercicio.
• Revisar anualmente los requisitos, especialmente la cifra de negocios, para asegurar la continuidad en el régimen.

Estas medidas contribuyen a aprovechar los beneficios fiscales con seguridad jurídica y eficacia económica.

Conclusión

El régimen especial de empresas de reducida dimensión ofrece importantes ventajas fiscales que pueden contribuir significativamente a mejorar la situación financiera de las PYMES. Su correcta aplicación requiere:

• Un seguimiento detallado de los requisitos establecidos en la normativa.
• Una adecuada planificación fiscal.
• El mantenimiento de la documentación justificativa necesaria.
• La coordinación entre los aspectos contables y fiscales.

La aplicación de estos incentivos debe realizarse de manera prudente y documentada, asegurando el cumplimiento de todos los requisitos legales para evitar contingencias fiscales futuras. Puedes ampliar esta información en nuestra Guía completa sobre las deducciones fiscales para PYMES.

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